El aprendizaje es el éxito para el futuro. Ser un experto le va a permitir analizar cualquier situación con tranquilidad y corregirla si es necesario.
• Recuerde cuál es su peso razonable. No siempre es posible llegar al peso que a uno le gustaría, pero si ya fue capaz de rebajar al menos un 5 % del peso inicial, su objetivo es mantenerse en ese peso.
• Pésese una vez a la semana y anótelo. No se desaliente si su peso sube en ocasiones. Sólo preocúpese de las pérdidas totales desde el inicio del programa y no se fije en las fluctuaciones ocasionales.
• Siga aprendiendo. Es bueno conocer todo lo que pueda acerca de los alimentos, de su composición y de técnicas sobre cómo mejorar su actividad física. Esté al día de los avances que se producen en el campo de la obesidad y coméntelo con su médico.
• Aprenda nuevas técnicas culinarias que le permitan variar sus menús haciéndolos más apetecibles. Compre libros de recetas hipocalóricas, improvise usted mismo con nuevos platos. El objetivo es que aprenda a cocinar con muy poca cantidad de grasa.
• Siga practicando con los registros diarios de alimentos. Podrá conocer en cada momento cuántas calorías está consumiendo. Realice intercambios entre los distintos grupos de alimentos. Sólo si se arriesga a realizar cambios puede conseguir que la alimentación no sea monótona. Consuma alimentos variados de toda la gama de la pirámide de alimentos.
• Recuerde las normas a la hora de ir a comprar: confeccione una lista, seleccione alimentos hipocalóricos, lea detenidamente las etiquetas buscando grasas ocultas o poco saludables. Con preferencia seleccione alimentos naturales, ricos en fibra.
• Cambie a lo “light” o “bajo en calorías”. Ojo con algunos productos como turrones, bollos o chocolates “dietéticos” porque también contienen grasas no deseables.
• Planifique con antelación lo que va comer. Siéntese para comer, hágalo despacio, dejando tiempo para que las señales de saciedad le avisen. Aprenda a comer en platos pequeños.
• Huya de las dietas de moda, desconfíe de las soluciones milagrosas. Si usted ha sido capaz de modificar sus hábitos de vida, no necesita ningún método nuevo.
• Mantenga una actividad física regular. 30 minutos diarios son suficientes. No permita que el trabajo, las tareas de la casa o ver un programa de televisión le impidan realizar su cuota diaria de ejercicio.
• No cambie sus patrones alimentarios durante el fin de semana o cuando esté de vacaciones. Si sale a comer fuera recuerde las normas alimentarias para estos casos. Aprenda a rechazar con firmeza los ofrecimientos de comida de quienes aseguran que “por un poco que comas no pasa nada”. Si es necesario conteste que no le gusta o que por motivos de salud no debe tomarlo.
• No baje la guardia. Esté atento a las señales de alerta: si vuelve a ganar peso, no espere a tener 8 ó 10 kilos de más para analizar qué es lo que ha ocurrido. Si recupera inexplicablemente de 2 ó más kilos repase sus hábitos diarios según lo descrito en el módulo anterior.
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