La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de los vasos sanguíneos (arterias) como resultado de la función de “bombeo” que tiene el corazón, el volumen sanguíneo, la resistencia de las arterias al flujo y el diámetro de la luz arterial. Se mide con un aparato denominado esfigmomanómetro, apoyado con la ayuda de éste se expresa en (mm) de (Hg) mediante dos cifras. La cifra mayor corresponde a la presión sistólica, que se produce cuando el corazón se contrae y la sangre ejerce mayor presión sobre las paredes de las arterias. La cifra menor representa la presión diastólica que se produce cuando el corazón se relaja después de cada contracción, por lo que la presión que ejerce el flujo de sangre sobre las paredes de las arterias es menor.
Se dice que una persona tiene hipertensión arterial cuando la presión sistólica es igual o mayor de 140 mm de Hg y la presión diastólica es igual o mayor de 90 mm de Hg.
¿Cómo evoluciona la hipertensión arterial?
La hipertensión arterial es una enfermedad que puede evolucionar sin manifestar ningún síntoma o ser éstos leves, por lo que se le conoce también como “el asesino silencioso”.
Lo anterior indica que se puede tener hipertensión arterial y no sentir ninguna manifestación. Por esta circunstancia, se estima que alrededor de 61% de los individuos afectados desconocen estar enfermos. (ENSA 2000).
¿Qué la ocasiona?
Algunas condiciones propias de cada persona, pueden favorecer el desarrollo de la hipertensión arterial. A estas condiciones se les conoce como factores de riesgo. (2)
Los factores de riesgo para desarrollar hipertensión arterial son:
Exceso de peso
• Falta de actividad física
• Consumo excesivo de sal y alcohol
• Ingesta insuficiente de potasio
• Tabaquismo
• Estrés
• Presión arterial fronteriza (130-139/85-89 mm de Hg), antecedentes familiares de hipertensión
• Tener más de 60 años de edad
• Las personas que presenten factores de riesgo deberán efectuar los cambios necesarios en su estilo de vida.
¿Qué es la hipertensión arterial?
La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de los vasos sanguíneos (arterias) como resultado de la función de “bombeo” que tiene el corazón, el volumen sanguíneo, la resistencia de las arterias al flujo y el diámetro de la luz arterial. Se mide con un aparato denominado esfigmomanómetro, apoyado con la ayuda de éste se expresa en (mm) de (Hg) mediante dos cifras. La cifra mayor corresponde a la presión sistólica, que se produce cuando el corazón se contrae y la sangre ejerce mayor presión sobre las paredes de las arterias. La cifra menor representa la presión diastólica que se produce cuando el corazón se relaja después de cada contracción, por lo que la presión que ejerce el flujo de sangre sobre las paredes de las arterias es menor.
Se dice que una persona tiene hipertensión arterial cuando la presión sistólica es igual o mayor de 140 mm de Hg y la presión diastólica es igual o mayor de 90 mm de Hg.
Hipertensión Arterial Guía para pacientes10
¿Cómo se realiza la detección de la Hipertensión Arterial?
La detección es el conjunto de acciones que realiza el personal de salud encaminadas a identificar la enfermedad entre las personas con riesgo de desarrollarla, mediante el siguiente procedimiento.
Procedimiento para la medición de la tensión arterial
Deberá abstenerse de fumar, tomar productos cafeínados y refrescos de cola, al menos 30 minutos antes de la 1. medición.
Debe estar sentado con buen soporte para la espalda, su brazo descubierto y flexionado a la altura del cora-2. zón.
La medición podrá realizarse en posición supina (sentado), de pie o acostado.3.
La medición se efectuará después de cinco minutos de reposo.4.
Preferentemente se utilizará el esfigmomanómetro (aparato que se utiliza para la toma de la presión arterial) 5. mercurial o en su caso uno aneroide recientemente calibrado.
Se utilizará un brazalete (manguillo) del tamaño adecuado, para asegurar una medición precisa, ubicándose a 6. la altura del corazón. La cámara de aire (globo) debe cubrir al menos 40% de la longitud del brazo y al menos 80% de la circunferencia del brazo; algunos adultos con gran masa muscular requerirán un manguillo de mayor tamaño.
Deben registrarse los dos valores (presión sistólica y presión diastólica); la aparición del primer ruido define el 7. valor de la presión sistólica y el quinto ruido se usa para definir el valor de la presión diastólica.
El valor de la presión arterial corresponde al promedio de dos mediciones, separadas entre sí por dos minutos 8. o más. Si las dos primeras lecturas difieren por más de cinco mm de Hg, se realizarán otras dos mediciones y se obtendrá el promedio.
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Acciones de intervención
Acciones de intervención médica de acuerdo a los resultados de la detección:
A. Ante la presencia de una presión óptima (120/<80) o normal (120-129/80-84): promover estilos de vida saludables. Invitar a una nueva detección en uno o dos años. B. Ante la presencia de cifras de presión arterial elevadas: además de lo anterior, se procurará establecer la confirmación diagnóstica de hipertensión arterial. C. Ante la confirmación diagnóstica: promoción de estilos de vida saludables e iniciar tratamiento integral que incluya actividad física y alimentación saludable.
El paciente debe ESTAR RELAJADO con el brazo descubierto y apoyado.
El brazalete debe colocarse a LA ALTURA DEL CORAZÓN y el diafragma del estetoscopio sobre la arteria braquial.
Procedimiento para la confirmación diagnóstica, clasificación y actividades a realizar
Para que el médico confirme su diagnóstico, deberá presentarse sin haber tomado ningún tipo de medicación antihipertensiva y sin la presencia de alguna enfermedad aguda.
La clasificación de la presión arterial debe estar basada en el promedio de por lo menos dos mediciones, tomadas al menos en dos visitas posteriores a la detección inicial y confirmarse a través de un seguimiento adecuado de cada caso particular.
La confirmación diagnóstica se efectuará durante un periodo de vigilancia conveniente. Los criterios señalados a continuación, son complementarios a los criterios diagnósticos y deberán aplicarse rutinariamente inclusive para evaluar el tratamiento.
Si la presión sistólica y diastólica pertenecen a diferentes categorías, se aplicará la recomendación de vigilancia de la clasificación superior.
Es conveniente modificar la recomendación si se cuenta con información confiable sobre mediciones de presión sanguínea anteriores o bien si existen antecedentes de otros factores de riesgo cardiovascular o de trastornos de órganos blanco: Cerebro, corazón, riñón, ojo.
Intervenciones de acuerdo a los hallazgos
La presión arterial considerada como óptima, desde el punto de vista de los riesgos cardiovasculares, es inferior a 120/80 mm de Hg. Sin embargo, mediciones insultantemente bajas deben ser evaluadas en relación a su significado clínico.
Si usted se encuentra dentro de esta categoría se le estimulará a mantener estilos de vida saludables y se le invitará a realizarse la detección cada tres años.
Los individuos con hipertensión serán enviados a consultar con su médico para recibir asesoría en el control de sus factores de riesgo y controlar su padecimiento.
¿Cómo se manifiesta la hipertensión arterial?
Algunas personas presentan dolor de cabeza, visión borrosa, mareo, zumbio de oídos, nerviosismo y cansancio. En otros la elevación de la presión arterial no produce síntomas, pero sí aumenta el trabajo del corazón, lo debilita al paso del tiempo y aumenta el riesgo de alguna complicación.
¿Cuáles son las complicaciones de la Hipertensión Arterial mal tratada?
• Ataque al corazón.
• Embolia cerebral.
• Problemas en los riñones.
• Problemas con los ojos.
• Muerte.
¿Cuál es el tratamiento para controlar la Hipertensión Arterial?
El tratamiento tiene como propósito evitar el avance de la enfermedad, prevenir las complicaciones, mejorar la calidad de vida y reducir la mortalidad por esta causa.
El plan de manejo debe incluir el establecimiento de las metas del tratamiento no farmacológico, en alimentación sana y actividad física, así como manejo con medicamento (farmacológico).
Metas del tratamiento
La principal meta del tratamiento consiste en lograr una presión arterial menor de 140/90 mm de Hg; en el caso de las personas con diabetes la meta consiste en mantener una presión arterial menor de 130/85 mm de Hg.
Otras metas complementarias para la salud cardiovascular son mantener el colesterol (sustancia blanda y grasosa que se encuentra en los tejidos corporales) por debajo de 200 mg/dl, mantener un peso adecuado, no fumar (éste hábito es uno de los principales factores que predisponen un ataque cardíaco) y evitar el consumo de alcohol.
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