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Experiencia y calidez, a sus ordenes.

lunes, 31 de octubre de 2016

¿Cuáles son las causas del colon?



Hasta hoy, no se conoce ningún mecanismo único que explique por qué los pacientes con SII sufren estos síntomas de forma crónica y recidivante.
Desde un punto de vista general, lo más aceptado y demostrado es que existen alteraciones de la motilidad (del movimiento) y/o de la sensibilidad digestiva, influenciadas por factores psicológicos.
Además, se han propuesto otras diferentes alteraciones que también podrían influir en esta enfermedad: gastroenteritis, intolerancias alimentarias, alteraciones hormonales y factores genéticos.
¿Cuáles son los síntomas del colon?
El dolor abdominal suele ser difuso o localizado en hemiabdomen inferior, habitualmente no irradiado, de tipo cólico, opresivo o punzante, en general leve o de moderado intensidad, con una duración inferior a las dos horas, que alivia tras la defecación y que suele respetar el sueño.
El inicio o la presencia del dolor abdominal se asocia habitualmente con deseos de defecar o con cambios en la frecuencia o consistencia de las deposiciones y, frecuentemente, el paciente relaciona su comienzo con la ingesta de algún alimento.
Las alteraciones del ritmo intestinal pueden manifestarse con predominio del estreñimiento o de la diarrea, o de forma alterna diarrea-estreñimiento.
La distensión abdominal y el meteorismo se desarrollan progresivamente a lo largo del día y son referidas como "exceso de gases". Son frecuentes la saciedad precoz tras la ingesta, las nauseas, los vómitos y el ardor torácico (pirosis).
Otros síntomas son la sensación de evacuación incompleta y la presencia de moco en las deposiciones.

Cuál es el pronóstico
El SII es un proceso crónico que cursa con periodos asintomáticos junto a recaídas frecuentes. En general, se asocia con un buen pronóstico, siendo la expectativa de vida similar a la de pacientes sin la enfermedad.
El problema redunda en la calidad de vida: los síntomas y las limitaciones impuestas por la enfermedad empeoran la calidad de vida en todas las esferas (limitaciones sociales, absentismo laboral, actividad física, percepción de su salud).
 Quienes pueden Padecerlo
El SII muestra una clara predilección por las mujeres (14-24% frente al 5-19% en los varones).
Suele aparecer antes de los 35 años, disminuyendo su incidencia a partir de los 60 años.
Es más frecuente en pacientes con otras patologías digestivas funcionales (sobre todo dispepsia -molestias inespecíficas de estómago- no ulcerosa), en mujeres con alteraciones ginecológicas (dismenorrea) y en pacientes con enfermedades psiquiátricas (bulimia, depresión, esquizofrenia)

domingo, 30 de octubre de 2016

¿Qué es la insuficiencia renal crónica?




¿La hipertensión aumenta las posibilidades de desarrollar una enfermedad cardiaca?
El cumplimiento cuidadoso del plan de tratamiento y mantener su presión arterial bajo control pueden ayudar a prevenir estas complicaciones v El tratamiento para la hipertensión y la insuficiencia renal crónica incluye seguir una dieta saludable, hacer ejercicios y tomar medicamentos
Es conveniente que la presión arterial se mantenga por debajo de 130/80 si padece una insuficiencia renal crónica. 
 Si usted padece insuficiencia renal por diabetes o proteínas en la orina, los mejores medicamentos para la presión arterial para su tratamiento son los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ACE, la sigla en inglés) o los antagonistas de los receptores de angiotensina  v Si usted padece insuficiencia renal crónica por diabetes o por proteínas en la orina, es conveniente que su médico le prescriba un inhibidor ACE o un ARB, aun cuando su presión arterial sea normal. 
¿Qué es la insuficiencia renal crónica? 
La insuficiencia renal crónica significa que los riñones están dañados por trastornos tales como la diabetes, hipertensión o glomerulonefritis. En consecuencia, los riñones son menos capaces de hacer los siguientes trabajos para ayudar a mantener la salud: v Eliminar los desechos y líquidos extras del cuerpo v Liberar hormonas que ayudan a: s Controlar la presión arterial s Contribuir a tener huesos fuertes s Prevenir la anemia al aumentar el número de glóbulos rojos en el cuerpo. v Mantener el equilibrio justo de sustancias químicas importantes en la sangre, tales como el sodio, potasio, fósforo y calcio. v Mantener el equilibrio de ácido y base en el cuerpo. 
Cuando los riñones no funcionan bien, los desechos pueden aumentar a niveles altos en la sangre y hacerlo sentir enfermo. Aun antes de ello, puede desarrollar complicaciones como hipertensión, anemia (bajo conteo de la sangre), huesos débiles, salud nutricional deficiente y daño nervioso. La insuficiencia renal aumenta también las posibilidades de desarrollar enfermedades cardiacas y vasculares. Estos problemas pueden darse lentamente en el transcurso de un período de tiempo prolongado, a menudo sin síntomas. La insuficiencia renal crónica puede finalmente llevar a una insuficiencia renal que requiera diálisis o un transplante de riñón para conservar la vida. La detección temprana y el tratamiento pueden prevenir o demorar estas complicaciones.  
¿Qué es la hipertensión?
La presión arterial es la fuerza de la sangre contra las paredes de los vasos sanguíneos cuando el corazón bombea sangre alrededor del cuerpo. Si esta presión se vuelve demasiado alta, se dice que uno tiene presión arterial alta o hipertensión. 
¿Qué vínculo existe entre la hipertensión y la insuficiencia renal?
Se vinculan de dos maneras: 1) La hipertensión es la causa principal de la insuficiencia renal crónica. Con el tiempo, la hipertensión puede dañar los vasos sanguíneos que recorren todo el cuerpo. Esto puede reducir el suministro de sangre a órganos importantes como los riñones. La hipertensión daña también las diminutas unidades filtrantes de los riñones. En consecuencia, los riñones pueden dejar de eliminar los desechos y líquidos extras de la sangre. El líquido extra en los vasos sanguíneos puede aumentar la presión arterial aún más.
2) La hipertensión puede ser también una complicación de la insuficiencia renal crónica. Los riñones juegan un papel fundamental para mantener la presión arterial en un nivel saludable. Los riñones enfermos son menos capaces de ayudar a regular la presión arterial. En consecuencia, la presión arterial aumenta. 
Si usted tiene insuficiencia renal crónica, la hipertensión aumenta las posibilidades de que la enfermedad del riñón se empeore y de tener problemas cardiacos. Seguir un plan de tratamiento y mantener la presión arterial controlada pueden ayudar a evitar que la insuficiencia renal empeore así como la enfermedad cardiaca. ¿Cómo saber si la presión arterial es demasiado alta? La única manera de saber si la presión arterial es demasiado alta es midiéndola.
 Por lo general, la hipertensión no presenta síntomas.  Es por ello que ha sido llamada “el asesino silencioso.” Una sola lectura alta no significa que una persona tenga hipertensión. Debe confirmarse con visitas de control al médico o centro asistencial.
 La presión arterial se mide en dos números. El valor más alto, o presión arterial sistólica, es la presión cuando el corazón está latiendo. El menor o presión arterial diastólica, es la presión que se mide cuando el corazón está en descanso entre latidos. Una lectura de presión arterial de 130/80 se lee como 130 sobre 80.
La presión arterial normal en los adultos mayores de 18 años es inferior a 120/80. Las personas que tienen presión arterial entre 120 y 139 para el valor más alto, o entre 80 y 89 para el más bajo, tienen mayores posibilidades de desarrollar hipertensión a menos que se tomen medidas para evitarla. En general, la presión arterial que se mantiene en 140/90 o más se considera alta. Sin embargo, para las personas que tienen diabetes o insuficiencia renal crónica, se considera alta una presión arterial de 130/80 o más. 
¿Cómo se mide la presión arterial? ¿Con qué frecuencia debe controlarse? Generalmente, la presión arterial se controla mediante el uso de un manguito para presión arterial alrededor del brazo. Deberá controlarse cada vez que visite al médico o clínica. Pueden también enseñarle a controlarse usted mismo la presión arterial en su casa. Mantenga un registro de su presión arterial diaria y muéstresela a su médico en cada visita. Usted puede obtener copias de Get the Facts on High Blood Pressure and Your Kidneys, que incluye un cuadro para ayudarlo a mantener el registro de su presión arterial.

Tengo presión arterial alta pero no estoy seguro si padezco de insuficiencia renal crónica. ¿Qué debo hacer? Toda persona que tiene hipertensión tiene grandes posibilidades de desarrollar una insuficiencia renal crónica  por lo que deberá solicitar a su médico realizar los siguientes exámenes: v Un examen de sangre de creatinina, un desecho de problema muscular. Esto deberá usarse para calcular el índice de filtración glomerular o GFR. El GFR es el parámetro que mide el grado de función renal. Si su GFR es demasiado bajo puede significar que sus riñones no son capaces de eliminar suficientes desechos y líquidos extras de su sangre. v Un examen de orina para detectar proteínas. La proteína persistente en la orina es un signo de daño renal. Una proteína en orina más alta significa que hay mayores posibilidades de que la insuficiencia renal pueda empeorar y que sufra una enfermedad cardiaca. 
Un examen de orina para controlar los glóbulos rojos y blancos.
¿Qué exámenes serán necesarios si padezco de insuficiencia renal crónica?
Además de controlar su GFR y las proteínas en la orina, serán necesarios los siguientes exámenes: v Diagnóstico del tipo de insuficiencia renal crónica que padece. Esto puede incluir un ultrasonido para obtener una imagen de sus riñones con el objetivo de controlar cualquier problema relacionado con el tamaño o estructura o cualquier bloqueo.
Algunos exámenes para descubrir si usted tiene mayores posibilidades de desarrollar una enfermedad cardiaca o vascular, o si ya ha tenido problemas de corazón. Estos exámenes probablemente incluyan: s Un electrocardiograma (EKG, su sigla en inglés) s Una prueba de sangre para detectar glucosa (azúcar) s Una prueba de sangre para detectar lípidos (sustancias grasas en la sangre, como el colesterol) s Medición de altura y peso para encontrar el índice de masa muscular (BMI, su sigla en inglés). 
Esto le informará si usted tiene mucho peso para su tamaño. Su médico también hablará con usted sobre: v Cualquier efecto colateral o complicación a causa de los medicamentos  Cualquier problema que usted pudiera tener al seguir el plan de tratamiento.
¿Con qué frecuencia será necesario que visite a mi médico o una clinica?
Una vez que usted esté estable en su tratamiento, no necesitará visitar a su médico o asistir al centro asistencial en forma periódica. Su médico querrá verlo más a menudo si: v Comienza con un nuevo medicamento v Cambia la dosis de su medicamento.
La insuficiencia renal empeora v Su presión arterial no está controlada.
En las visitas de control, su médico controlará: v Su presión arterial v Su GFR v Su nivel de proteínas en sangre v Su nivel de potasio en sangre. A medida que la función renal disminuye, el potasio puede aumentar a niveles altos en su sangre, lo que puede resultar peligroso para su corazón. Algunos de los mejores medicamentos para tratar la hipertensión y prevenir la futura pérdida de la función renal pueden también elevar el potasio.
 Si su nivel de potasio se eleva demasiado, serán necesarios algunos cambios en su dieta (Consulte “¿Qué tipo de cambios serán necesarios en mi dieta?” en las páginas 11-12). ¿Qué incluirá mi tratamiento para hipertensión e insuficiencia renal crónica? Deberá desarrollarse un plan de tratamiento especialmente para usted basado en su etapa de insuficiencia renal crónica En algunos casos, su médico le recomendará que consulte con otro médico con capacitación especial en insuficiencia renal o hipertensión. 
Este médico lo ayudará a desarrollar su plan de tratamiento. Los objetivos de su tratamiento son: Bajar su presión arterial a menos de 130/80 v Evitar que la insuficiencia renal empeore Disminuir sus posibilidades de tener una enfermedad cardíaca.
Para poder alcanzar estos objetivos, será necesaria una combinación de cambios en su estilo de vida, como seguir una dieta más saludable y hacer más ejercicios, y tomar medicamentos.  
¿Qué tipo de cambios serán necesarios en mi dieta?
Eso dependerá de la fase en que se encuentre de insuficiencia renal crónica. En las etapas 1-2, su médico puede recomendarle seguir una dieta que contenga abundante frutas, verduras y productos lácteos, como la DASH (su sigla en inglés, Diet Approaches to Stop Hipertension). 
Si tiene alguna pregunta acerca de su dieta, hable con su médico, quien podrá derivarlo a un nutricionista especializado que le ayudará a elaborar un plan de dieta que satisfaga sus necesidades. Asimismo se les puede solicitar a las personas con insuficiencia renal crónica en etapas 1-4 que hagan los siguientes cambios: v Disminuir el sodio (que se encuentra en grandes cantidades en la sal de mesa y las comidas con demasiada sal).  
No consumir más de 2400 miligramos de sodio por día. Consulte la hoja informativa de la NKF, Keep Sodium Under Control: How to Spice Up Your Cooking donde encontrará sugerencias acerca de cómo reducir el sodio en su dieta y cómo condimentar sus comidas. v Reduzca las comidas con alto contenido de grasas saturadas y colesterol, ya que pueden obstruir las arterias y aumentar el riesgo de una enfermedad cardiaca o vascular. 
Controle la cantidad de carbohidratos en su dieta. Los carbohidratos deberán representar sólo el 50 o 60 por ciento de sus calorías diarias. Los carbohidratos se convierten en azúcar cuando uno los digiere. Se encuentran en muchos alimentos tales como el pan, bollos, tortillas, arroz, pasta,
papa, maíz, habas deshidratadas, frutas y jugos de fruta, leche y yogurt. Para obtener mayor información, hable con su médico y con el nutricionista y consulte la hoja informativa de la NKF, 
Si padece una insuficiencia renal crónica en etapas 3-4, se le pueden solicitar algunos cambios adicionales para evitar que la enfermedad empeore y prevenir complicaciones tales como la osteopatía.  Usted deberá: v Controlar la cantidad de proteínas que ingiere. Consulte con su médico cuántas proteínas necesita por día. Su nutricionista puede ayudarlo a planificar sus comidas a fin de obtener la cantidad adecuada de proteínas que satisfagan sus necesidades. Para obtener mayor información, consulte el folleto de la NKF, Nutrition and Chronic Kidney Disease. 
Coma menos alimentos con mucho fósforo. Los niveles altos de fósforo en sangre pueden ocasionar osteopatía. El fósforo se encuentra en grandes cantidades de productos lácteos como la leche, queso, budines, yogurt y helados; en las nueces y la manteca de maní y en bebidas como el chocolate, cerveza y bebidas cola oscuras. Para obtener mayor información.
Reduzca la cantidad de potasio en su dieta. Su médico controlará la cantidad de potasio en la sangre. Consulte con su médico si su nivel de potasio es demasiado alto. Si así resultara ser, necesitará reducir la consumición de alimentos con alto contenido de potasio. Su nutricionista le enseñará cuáles son los alimentos que tienen alto o bajo contenido de potasio y le ayudará a planificar sus comidas para que obtenga la cantidad adecuada. Para obtener mayor información, consulte la hoja descriptiva de la NKF, Potassium and Your CKD Diet. 
¿Será necesario hacer otros cambios en mi estilo de vida?
Claro que sí. Los siguientes pasos también pueden ayudarlo a alcanzar los objetivos de su tratamiento: v Perder peso si está excedido.
Hacer ejercicios a un ritmo moderado durante 30 minutos por día la mayoría de los días de la semana. Siempre consulte con su médico antes de comenzar un programa de ejercicios. v Disminuir el alcohol (no más de dos tragos por día para los hombres y uno para las mujeres). v Dejar de fumar si usted es fumador.
 ¿Qué hay acerca de los medicamentos? Su objetivo es que la presión arterial esté por debajo de 130/80. Para alcanzar este objetivo, probablemente necesite más de un tipo de píldora para la presión arterial. Los medicamentos pueden consistir en: v Un inhibidor de la enzima convertidora de angiotensina (ACE) o el antagonista de los receptores de angiotensina (ARB). 
Los estudios han demostrado que estos medicamentos ayudan a proteger la función renal y disminuyen el riesgo de enfermedad cardiaca. v Un diurético. v Otros medicamentos, tales como los bloqueadores beta o bloqueadores cálcicos, para ayudar a alcanzar los objetivos de su plan. 
Asegúrese de tomar sus medicamentos exactamente como los prescribió el médico. Infórmele a su médico inmediatamente sobre cualquier efecto colateral.  
Tal vez pueda disminuir la dosis o cambiarle el medicamento. No deje de tomar ninguno de los medicamentos sin informarle a su médico ni deje de controlarse la presión arterial. Aun cuando se sienta bien, la hipertensión sin control podría dañar órganos vitales como el corazón y los riñones. Recuerde, la hipertensión es un asesino silencioso. 
¿Qué sucede si padezco insuficiencia renal crónica y diabetes?
Controlar el azúcar en sangre y la presión arterial son las dos cosas más importantes que puede hacer para evitar que la insuficiencia renal empeore y para prevenir otras complicaciones. Asegúrese de hacer los cambios en su estilo de vida recomendados por su médico y tomar sus medicamentos exactamente como son prescriptos. Si padece diabetes e insuficiencia renal crónica, el inhibidor ACE o ARB serán parte de su plan de tratamiento, aun cuando la presión arterial esté por debajo de 130/80, debido a que estos medicamentos ayudan a proteger su función renal. 
¿Qué sucede si tengo un transplante de riñón?
Muchos receptores de transplante de riñón tienen hipertensión e insuficiencia renal crónica. Es muy importante disminuir la presión arterial a menos de 130/80 con el objetivo de mantener su transplante de riñón funcionando bien. Si tiene hipertensión, asegúrese de seguir los cambios en el estilo de vida recomendados por su médico y tomar los medicamentos para la presión arterial exactamente como fueron prescriptos. 
¿Qué puedo hacer para ayudar a controlar mi presión arterial?
Usted puede hacer mucho Asegúrese de asistir a sus citas programadas con el médico. v Consulte con su médico cómo puede aprender a tomarse la presión arterial en su casa. Mantenga un registro de su presión arterial diaria y muéstresela a su médico en cada visita.
Tome las píldoras para la presión arterial exactamente como las prescribió su médico, aun cuando se sienta bien. Por lo general, la hipertensión no presenta síntomas. 
Informe a su médico sobre cualquier efecto colateral del medicamento. Nunca deje de tomar ninguno de los medicamentos por su cuenta. 
Para recordar cuándo tomar los medicamentos, utilice una de las cajas especiales de píldoras con pequeños compartimentos identificados con los días de la semana y las horas del día. Los relojes con alarma también pueden ser útiles. Solicíteles a los miembros de su familia que lo ayuden a recordar tomar sus medicamentos. 
Cumpla exactamente con su dieta y plan de ejercicios. Si necesita ayuda con su dieta, solicítele a su médico que lo derive a un nutricionista especializado, quien le explicará la dieta y lo ayudará a elaborar un plan de comidas con el que usted pueda vivir. v Infórmese todo lo posible sobre su tratamiento. No sienta temor de hacer preguntas si hay algo que no entiende. Traiga consigo una lista de las preguntas cuando concurra al médico.

¿Qué puede hacer mi familia?
Es una buena idea hacer que toda su familia se involucre en su cuidado.
Es mucho más fácil hacer cambios en su estilo de vida, como seguir una dieta más saludable, hacer más ejercicios y dejar de fumar si siguen esos pasos juntos o si cuenta con el apoyo de su familia.  Dado que la hipertensión se da a menudo en familias, algunos de los miembros de su familia pueden tener alto riesgo de desarrollar hipertensión e insuficiencia renal crónica, para lo cual deberá aconsejarlos para que se pongan al tanto de todo lo que puedan acerca de la hipertensión y para que se controlen la presión arterial una vez al año. 
Una historia familiar de hipertensión e insuficiencia renal crónica aumenta también el riesgo de desarrollar estos trastornos.
¿Qué otros recursos hay disponibles?
Si tiene alguna pregunta, deberá hablar con su médico y el resto de los miembros del equipo médico que lo atiende. Además, probablemente le sean de utilidad los siguientes artículos publicados por la Puntos clave para recordar 
v La hipertensión y la insuficiencia renal están íntimamente relacionadas. La hipertensión es una causa y a la vez una complicación de la insuficiencia renal. v Tener hipertensión aumenta las posibilidades de que la insuficiencia renal empeore y que se desarrollen problemas cardiacos. v La presión arterial bien controlada reduce la posibilidad de que estas complicaciones ocurran. v Por lo general, la hipertensión no presenta síntomas.
  La única manera de saber si la presión arterial es demasiado alta es midiéndola. Es conveniente controlar su presión arterial en cada visita al médico o centro asistencial.  v Si padece una insuficiencia renal crónica, es conveniente que su médico analice su sangre para controlar la función renal (GFR) y los niveles de otras sustancias químicas en la sangre como el potasio. El tratamiento incluirá hacer cambios para lograr una vida más saludable y tomar medicamentos. 
Los objetivos del tratamiento consisten en: disminuir la presión arterial a menos de 130/80; evitar que la insuficiencia renal empeore, y reducir las posibilidades de desarrollar una enfermedad cardiaca.
Probablemente será necesario más de un tipo de píldora para la hipertensión para alcanzar su límite. Por ejemplo: un diurético, un inhibidor ACE o ARB para proteger la función renal y otros medicamentos para ayudar a alcanzar la presión arterial límite.  v Informe sobre cualquier problema a su médico. Nunca deje de tomar una medicación sin hablar con su médico.
Infórmese todo lo posible sobre la hipertensión y la insuficiencia renal crónica. Involúcrese en su propio cuidado. v Aconseje a los miembros de su familia para que se controlen su presión arterial. Pueden correr gran riesgo de padecer hipertensión o insuficiencia renal crónica.

viernes, 28 de octubre de 2016

¿Qué es hiperuricemia ?



Cuando la cantidad de ácido úrico en la sangre es alto, en mujeres superior a 6 mg/dl y en varones 7 mg/dl.
preguntas frecuentes¿De donde sale el ácido úrico que circula en la sangre?
Una parte del ácido úrico procede de la destrucción de los núcleos de las células de nuestro propio organismo y otra parte de los alimentos de origen animal. Los alimentos ricos en ácido úrico son las carnes, sobre todo las vísceras como los sesos, el hígado y riñón.
preguntas frecuentes¿Por qué el ácido úrico pasa a la sangre?
El ácido úrico es una sustancia que podíamos llamar de desperdicio, que el organismo elimina por los riñones en la orina. Cuando existe en el orgnismo un defecto genético que impide su eliminación por la orina, o cuando hay mucha destrucción de células, como en el caso de un tratamiento con quimioterapia o cuando el riñón disminuye su capacidad de eliminarlo, sube la cantidad en la sangre.
preguntas frecuentes¿Qué consecuencia tiene para la salud el tener el ácido úrico alto?
Los niveles altos de ácido úrico en la sangre por si mismo no son una enfermedad, y algunas personas en estas circunstancias no notan nada durante su vida. Sin embargo en 1 de cada 20 personas con hiperuricemia, el ácido se deposita en las articulaciones, sobre todo en el dedo grueso de los pies en forma de cristales y produce la llamada "gota" que es un forma de artritis. En otros casos el ácido úrico en la orina puede generar "piedras" en las vías urinarias.
preguntas frecuentes¿Es necesario tratar a todas las personas que tienen hiperuricemia?
No, solo a los que tienen valores muy elevados ejemplo en casos de pacientes tratados con quimioterapia, por supuesto también en los que tengan gota o piedras en las vías urinarias.
preguntas frecuentes¿Con que se trata?
Es importante la dieta, evitando el consumo de los alimentos ricos en ácido úrico, como vísceras, las bebidas alcohólicas y también la cafeína. En el caso de gota se utilizan antiinflamatorios como en cualquier otra artritis. Para prevenir nuevos ataques de artritis se utilizan medicamentos que impiden que le forme el ácido úrico en el organismo como en alopurinol.
preguntas frecuentes¿Qué tiene que hacer un paciente en que tenga hiperuricemia?
Si no está en tratamiento, vigilar periódicamente la cantidad del ácido en la sangre a través de un análisis, es suficiente una vez al año. En el caso que este en tratamiento, lo primero es saber el origen de esta sustancia y en el caso concreto cuál es la causa. El saber porqué lo están tratando, para evitar que aparezcan síntomas o para que estos pasen. Cuidar la dieta, sobre todo la toma de bebidas alcohólicas, el tomar la medicación prescrita a la hora y dosis indicada, acudir a las revisiones médicas para ver como evoluciona la enfermedad. Dado que son procesos crónicos las revisiones se harán durante años.

jueves, 27 de octubre de 2016

¿Qué es la osteoartritis?



La osteoartritis es una condición dolorosa que ocurre cuando las articulaciones se inflaman y se ponen rígidas. El cartílago es el tejido blando que está entre los huesos que se unen en una articulación. Actúa como amortiguador y permite que los huesos que se conectan puedan moverse fácilmente y sin frotarse.
En las personas con osteoartritis, el cartílago que separa los huesos comienza a degradarse y los huesos empiezan a rozar entre sí.
La osteoartritis causa daño, dolor e inflamación en la articulación.
¿Qué tan frecuente es la osteoartritis?
La osteoartritis es la forma más común de artritis.
Afecta a cerca de 27 millones de personas en Estados Unidos. n Es la causa principal de discapacidad. n La osteoartritis es más frecuente en las personas de mayor edad, con sobrepeso o que se han lesionado una articulación.
¿Por qué se trata el dolor de la osteoartritis?
La osteoartritis puede ser muy dolorosa y puede empeorar con el tiempo.
La osteoartritis puede causar dificultad para moverse, trabajar o disfrutar de las actividades.
¿Qué significa  controlar el dolor?
La osteoartritis no tiene cura. Sin embargo, su médico puede sugerir una o más de las siguientes acciones para ayudarle a controlar el dolor .
Tomar medicamentos llamados analgésicos para aliviar el dolor y la inflamación.
Mantener su peso en un nivel saludable para disminuir el impacto en sus articulaciones.
Ejercitarse para reducir el dolor y facilitar las labores diarias.
¿Qué son los analgésicos?
Los analgésicos son un tipo de medicamento que ayuda a aliviar el dolor y la inflamación. Los analgésicos se presentan en distintas formas:
¿En qué debo pensar al tomar mi decisión?
Cada medicamento contra el dolor tiene un conjunto diferente de beneficios y riesgos, y cada uno tiene ventajas y desventajas.
Hable con su médico para sopesar los beneficios y los riesgos y para decidir qué medicamento es el mejor para usted.
Hable con su médico acerca de: Cuánto dolor e inflamación siente y cada cuánto los siente.
La eficacia de cada medicamento para aliviar el dolor y la inflamación.
Qué tanto les preocupen a usted y a su médico los riesgos de tener efectos secundarios graves. n Su edad u otros problemas de salud que puedan influir en su elección del medicamento para el dolor.
La conveniencia y el costo de que hayan medicamentos con o sin receta.
Pregunte a su médico
¿Qué analgésico considera más seguro para mí, pero que me ayude a controlar el dolor?
¿Hay riesgo de que tenga problemas del estómago o el corazón si tomo un NSAID?
¿Cuanto tiempo tardará en aliviar mi dolor?
¿A qué efectos secundarios debo estar atento?
¿Es posible que mis otros problemas de salud o medicamentos influyan en el medicamento que debo tomar para aliviar el dolor por osteoartritis?
¿Qué otras opciones tengo si estos medicamentos no me ayudan?
¿Hay algo más que pueda hacer para ayudar a aliviar mi dolor por osteoartritis?

martes, 25 de octubre de 2016

¿Què es Colon irritable?


El colon irritable, cuya denominación más exacta es Síndrome del Intestino Irritable (SII), es un cuadro crónico y recidivante caracterizado por la existencia de dolor abdominal y/o cambios en el ritmo intestinal, acompañados o no de una sensación de distensión abdominal, sin que se demuestre una alteración en la morfología o en el metabolismo intestinales, ni causas infecciosas que lo justifiquen. También se ha denominado colitis nerviosa, colitis espástica ó colon espástico. Todas estas denominaciones se consideran hoy erróneas e incompletas.

Causas
Hasta hoy, no se conoce ningún mecanismo único que explique por qué los pacientes con colon irritable sufren estos síntomas de forma crónica y recidivante. Desde un punto de vista general, lo más aceptado y demostrado es que existen alteraciones de la motilidad y/o de la sensibilidad digestiva, influenciadas por factores psicológicos. Además, se han propuesto otras diferentes alteraciones que también podrían influir en esta enfermedad: gastroenteritis, intolerancias alimentarias, alteraciones hormonales y factores genéticos.
Síntomas
Los síntomas digestivos propios son el dolor y la distensión abdominales, y la alteración del ritmo intestinal.
El dolor abdominal suele ser difuso o localizado en hemiabdomen inferior, habitualmente no irradiado, de tipo cólico, opresivo o punzante, en general leve o de moderada intensidad, con una duración inferior a las dos horas, que alivia tras la defecación y que suele respetar el sueño. El inicio o la presencia del dolor abdominal se asocia habitualmente con deseos de defecar o con cambios en la frecuencia o consistencia de las deposiciones y frecuentemente, el paciente relaciona su comienzo con la ingesta de algún alimento.
Las alteraciones del ritmo intestinal pueden manifestarse con predominio del estreñimiento o de la diarrea, o de forma alterna diarrea-estreñimiento. La distensión abdominal y el meteorismo se desarrollan progresivamente a lo largo del día y son referidas como "exceso de gases". Son frecuentes la saciedad precoz tras la ingesta, las nauseas, los vómitos y el ardor torácico (pirosis).
Otros síntomas son la sensación de evacuación incompleta y la presencia de moco en las deposiciones.

Prevención
Una alimentación adecuada puede ayudar a prevenir futuros problemas de colon irritable. Se aconseja que las comidas sean pobres en grasas y ricas en proteínas y fibras (un buen ejemplo para cumplir estas recomendaciones sería seguir el patrón alimentario de la dieta mediterránea). Hay alimentos que además pueden provocar una mayor cantidad de gases como la col, las legumbres, los frutos secos o las bebidas alcohólicas, que estos pacientes deben evitar para paliar dolores o molestias.
El agua también puede ayudar a reducir la irritación si se bebe entre un litro y medio y dos litros al día, ya que además previene el estreñimiento y facilita el movimiento del bolo alimenticio. Se recomienda también intentar comer todos los días a la misma hora, así como regularizar las horas de deposiciones preferiblemente después del desayuno, según indica la Clínica de la Universidad de Navarra.
Hacer ejercicio de forma regular también es recomendable, al producir una mejora de la movilidad intestinal. Intentar evitar situaciones que generen estrés o ansiedad también puede ayudar a evitar una irritación.

Diagnóstico
El diagnóstico se basa en una minuciosa historia clínica junto a una completa exploración física, las cuales nos orientarán hacia la posibilidad de tratarse de un colon irritable. Entonces, para completar el diagnóstico de sospecha, deberemos realizar diversas pruebas complementarias que nos descarten la existencia de patología orgánica (diagnóstico por exclusión). Entre estas pruebas complementarias podemos incluir análisis generales y específicos de sangre, orina y heces, estudios radiológicos de abdomen con y sin contraste, ecografía abdominal y sigmoidoscopia o colonoscopia. Dependiendo de los síntomas y de la edad del paciente, determinaremos en cada caso las pruebas más adecuadas para llegar al diagnóstico.

Tratamientos
Es preciso proporcionar al paciente una información adecuada y comprensible sobre las características de su enfermedad, especialmente de su cronicidad y del pronóstico benigno de la misma. Establecer una buena relación paciente-médico favorecerá la evolución y disminuirá el número de consultas.


No hay que minusvalorar las molestias del enfermo, ya que sus síntomas son reales. Una vez que el paciente haya entendido su patología y haya podido resolver todas sus dudas, se pueden iniciar diversos tratamientos dependiendo de la naturaleza e intensidad de los síntomas. Las posibilidades actualmente disponibles incluyen:

Medidas higiénico-dietéticas:
 Evitar temporalmente aquellos alimentos y bebidas que desencadenen o empeoren sus síntomas (tóxicos como el tabaco, estimulantes como el alcohol y el café, los que produzcan gases en exceso, etcétera). Aconsejar la realización de ejercicio físico adecuado a su edad y evitar el sedentarismo. Si predomina el estreñimiento habrá que aconsejar el aumento en la ingesta de fibra: frutas, verduras, cereales, ensaladas, etcétera. En este sentido, la dieta mediterránea puede ser un patrón de referencia.
 Fármacos:
Sólo cuando la intensidad de los síntomas así lo aconseje, se puede recurrir a la toma de medicamentos dirigidos a controlar el síntoma predominante y durante un periodo limitado de tiempo. Pueden ser inhibidores de los espasmos (espasmolíticos), estimulantes de la motilidad (procinéticos), antidiarreicos, laxantes, antidepresivos y ansiolíticos.
 Otras:
Técnicas como psicoterapia, la acupuntura o la hipnoterapia pueden ayudar a algunos pacientes a sobrellevar mejor los síntomas del colon irrititable.

lunes, 24 de octubre de 2016

¿Qué función tienen los riñones?



¿Qué función tienen los riñones?

Los riñones son dos órganos situados en la parte baja de la espalda que tienen el tamaño de un puño. Para mantenerse vivas, las personas tienen que tener por lo menos un riñón que esté funcionando bien.

La labor realizada por los riñones se llama función renal. Hay tres funciones renales principales:

• Eliminar las toxinas y el exceso de agua del cuerpo
• Mantener el equilibrio químico del cuerpo
• Producir hormonas que regulan la producción de glóbulos rojos y la presión arterial, y contribuyen a la salud de los huesos

¿Qué causa la enfermedad de los riñones?

La diabetes es la causa más común del fallo renal. Este fallo implica que la función renal es tan deficiente que es posible que la persona muera en semanas o meses si no recibe un trasplante de un nuevo riñón o un tratamiento especial, tal como diálisis (que es un método de filtrar las toxinas para eliminarlas de la sangre).

Una complicación frecuente de la diabetes es la presión sanguínea alta (hipertensión). La hipertensión constante también produce daño gradual en los riñones y aumenta los efectos de la diabetes.

Las enfermedades del riñón en etapa avanzada a menudo son permanentes. Por este motivo, es importante identificar y tratar oportunamente la presión arterial alta y diabetes.

A cualquiera le puede dar diabetes, presión alta o enfermedad renal. Sin embargo, las personas obesas y las que tienen antecedentes familiares de cualquiera de estos trastornos corren mayor riesgo.

¿Cómo se diagnostican la diabetes y la hipertensión?

La hipertensión se diagnostica por la medición de la presión arterial; la diabetes se diagnostica por medio del nivel de azúcar o glucosa en la sangre.

Las personas con presión arterial de más de 140/90 mm Hg tienen hipertensión arterial y las que tienen un nivel de glucosa superior a 126 mg/dL tienen diabetes.

Un nivel de glucosa de 100 a 126 mg/dL no se considera diabetes pero es anormalmente alto y debe tratarse. Si no se controla el nivel de glucosa, hay un mayor riesgo de tener diabetes, además de otras complicaciones como ceguera, daños neurológicos, ataques al corazón, fallo renal y bloqueos en la circulación de la sangre a las extremidades.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad renal?

La enfermedad renal se diagnostica con sencillas pruebas de orina y sangre.

El primer indicio de problemas renales en las personas con diabetes es la presencia de pequeñas cantidades de proteína en la orina, un trastorno llamado microalbuminaria.

Sin tratamiento, este trastorno lleva a una cantidad mayor de proteína en la orina, denominada macroalbuminaria, luego a la pérdida gradual de la función renal y, finalmente, a una enfermedad crónica o permanente de los riñones. Una prueba de orina puede detectar estos trastornos.

Se pueden hacer diversas pruebas de sangre a fin de determinar la capacidad de los riñones para filtrar y eliminar las toxinas (limpiar) la sangre. Entre ellas se encuentran la prueba de creatinina y la de nitrógeno ureico sanguíneo.

¿Cómo se protegen los riñones?

La protección de los riñones comienza con saber si tiene alguno de los factores de riesgo que causan la enfermedad renal: obesidad, presión alta o diabetes. Por consiguiente, el control periódico del peso, la presión y la glucosa pueden identificar problemas en la etapa inicial.

Los pacientes con diabetes pueden tomar varios tipos de medicamentos para reducir el nivel de glucosa en la sangre, incluidos medicamentos orales (pastillas) e insulina.

Es importante mantener el nivel de glucosa lo más normal posible. El nivel recomendado es de menos de 130 mg/dL en la mañana y 180 mg/dL después de las comidas. La prueba de sangre para la hemoglobina A1c evalúa qué tan bien se está controlando el nivel de glucosa sanguínea a largo plazo.

Normalmente, esto se hace cada tres a seis meses. Un resultado de menos de 7 por ciento en la prueba indica un buen control.

En pacientes con diabetes e hipertensión, la presión arterial debe ser de menos de 130/80 mm Hg. Hay varios tipos de medicamentos que se usan para bajar la presión arterial y ayudar a proteger la función de los riñones.

¿Qué debe hacer con esta información?

Si tiene alguno de los factores de riesgo, hable con su médico. La prevención y el tratamiento de la enfermedad renal dependen de su trastorno específico. Por ejemplo, si tiene diabetes, su médico puede recomendarle una prueba de orina por lo menos una vez al año para ver si tiene microalbuminaria y, a menudo, pruebas de sangre para examinar la función de los riñones.

En general, puede cuidar su salud si mantiene una dieta saludable, hace ejercicio casi todos los días, no fuma y evita el consumo excesivo de bebidas alcohólicas y otras sustancias, incluidos los medicamentos de venta sin receta, como aspirina, acetaminofén e ibuprofeno. Si tiene presión alta, debe limitar la cantidad de sal que ingiere. Si tiene diabetes, debe limitar los carbohidratos. La gente con función renal afectada tiene que hacer cambios en su dieta para también limitar la proteína, el colesterol y el potasio.