Adenoma
de hipófisis o tumor pituitario
Su doctor piensa que usted
puede tener un tumor hipofisiario o de la glándula pituitaria. El tumor
hipofisiario es un crecimiento benigno (no canceroso) de células que forman la
glándula pituitaria (la glándula maestra que regula otras glándulas del
organismo).
Estos tumores son muy comunes.
Hasta el 25% de la población puede tener un pequeño tumor. Los tumores que
crecen lo suficiente como para producir síntomas son mucho menos comunes pero
aún así son los tumores mas comunes intracranealmente. Estos tumores pueden
estar presentes por años sin diagnóstico o aún sin síntomas.
Anatomía
La silla turca es una depresión
en el hueso esfenoidal que forma parte de la base del cráneo localizada detrás
de las cavidades para los ojos (las órbitas). La glándula pituitaria yace
dentro de la silla y está conectada al cerebro por un tallo llamado el
infundíbulo.
La glándula pituitaria se
localiza justo por encima del seno esfenoidal y entre los senos cavernosos que
contienen las dos arterias carótidas y los nervios responsables de la sensación
facial y los movimientos de los ojos y los párpados. Los nervios ópticos que
provienen de cada ojo se encuentran justo por encima de la silla en el quiasma
óptico.
Fisiología
La glándula pituitaria es
responsable de enviar señales a las otras glándulas endocrinas por todo el
cuerpo incluyendo a la glándula tiroides, las glándulas adrenales, y los
órganos sexuales.
A su vez la glándula pituitaria
es regulada por señales que provienen desde el hipotálamo. Un crecimiento
anormal de células en la glándula pituitaria puede producir un exceso de señal
a otras glándulas endócrinas llevando a una sobreproducción de hormona
tiroidea, cortisona y hormonas sexuales.
El tumor pituitario puede
causar daño al resto de la glándula y resultar en disminución de la función
pituitaria normal. Si el tumor pituitario se extiende fuera de la silla puede
producir síntomas debido a la compresión de las estructuras circundantes
incluyendo los nervios ópticos, el quiasma, y los nervios craneales en el seno
cavernoso (que controlan el movimiento ocular y la sensación facial).
Síntomas
Pacientes con tumores de la
glándula pituitaria a menudo no tienen síntomas. Ocasionalmente estos tumores
pueden producir cefalea. El dolor de cabeza puede ser súbito y severo si hay
sangrado dentro del tumor.
Los síntomas endócrinos son los
más comunes incluyendo alteración de la menstruación, salida de leche por los
senos sin haber estado embarazada, impotencia, perdida del deseo sexual.
Menos comúnmente los tumores
pueden producir hormona de crecimiento, que causa gigantismo en los pacientes
jóvenes o crecimiento de las manos, los pies y los rasgos faciales
(acromegalia) en pacientes mayores.
Rara vez estos tumores llevan a
la producción tiroidea excesiva, produciendo temblor, pérdida de peso, diarrea
y la sensación de mucho calor.
El síndrome de Cushing ocurre
cuando hay un exceso de secreción adrenal resultando en redistribución del peso
de los brazos y las piernas al tronco, adelgazamiento de la piel, cara redonda,
fatiga, cabello adelgazado.
Cuando se afecta la parte
posterior de la glándula pituitaria el paciente puede notar mucha sed y orinar
mucho. A esta situación se le llama diabetes insípida y no está asociada con
elevación del azúcar en la sangre o la necesidad de insulina. Algunos tumores
pituitarios están asociados con la diabetes y deberá medirse el nivel de azúcar
en la sangre.
El tercer grupo de síntomas se
relaciona con el daño a las estructuras vecinas si el tumor crece demasiado. El
más común de estos síntomas se debe a la compresión de los nervios ópticos o el
quiasma.
Los pacientes con involucro de
un nervio óptico pueden notar como que ven menos con ese ojo, que ven borroso u
oscuro.
Ocasionalmente esto puede
ocurrir de una manera súbita o se da cuenta el paciente cuando se tapa un ojo y
se da cuenta que no ve igual con el otro. Cuando se afecta el quiasma la visión
se pierde a los lados externos en ambos ojos.
Esto puede no ser aparente a
menos que la persona se tape o cierre un ojo. Si los nervios que rodean la
silla se afectan, puede haber visión doble, caída de un parpado, la pupila se
hace grande o refiere dolor facial y sensación de adormecimiento.
Diagnóstico
Habitualmente los tumores
pituitarios se sospechan en base a los cambios endocrinos pero se confirma
mediante estudios de imagen.
Una tomografía computarizada
puede revelar un tumor pituitario y es especialmente sensible si hay
hemorragia.
La Resonancia magnética puede
ser mas sensible y define mejor la relación del tumor con los nervios ópticos y
las estructuras vecinas.
Es
necesario realizar un perfil hormonal para ver la función de la glándula
pituitaria. Otras lesiones alrededor de la silla turca y la pituitaria pueden
producir síntomas similares y pueden confundirse con tumor de la glándula
pituitaria. Estos incluyen meningiomas, craneofaringiomas, tumor de células
germinales y aneurismas.
Tratamiento
No todos los tumores necesitan
ser tratados. Pequeños adenomas que se detectan en un estudio de imagen
realizado por otras razones y que no producen síntomas pueden ser seguidos sin
tratamiento.
Cuando el paciente tiene
síntomas, se le indica alguna forma de tratamiento. La manera más común de tratarlos
es mediante el abordaje quirúrgico a través de la nariz (o por debajo del
labio). Ocasionalmente (especialmente cuando el tumor es muy grande o se
extiende a los lados) puede ser mejor abordarlo a través de una incisión
craneal.
Algunos tumores pueden
responder a la administración de medicamentos. Estos medicamentos están
diseñados para imitar el control normal de las hormonas, ocasionando que las células
disminuyan de tamaño pero no desaparezcan.
El medicamento habitualmente
tiene que continuar de manera indefinida. Algunos medicamentos que pueden ser
efectivos controlando los síntomas de la secreción tumoral excesiva
(particularmente la acromegalia) son menos efectivos en hacer que se reduzca el
tamaño del tumor y generalmente son usados en combinación con cirugía.
A veces es muy difícil extirpar
grandes tumores y solo una parte del tumor puede ser removido. Como estos
tumores tienden a crecer lentamente después de la cirugía, tratamientos
adicionales pueden ser diferidos por un tiempo.
Por otra parte, si el tumor
residual es mucho, o si los síntomas vuelven a presentarse, terapia adicional
puede ser necesaria. Esta puede incluir repetir la cirugía o administrar
radioterapia.
La radiación puede ser administrada
en forma fraccionada (pequeñas dosis durante varios días consecutivos) o
mediante aplicación focal (radiocirugía estereotáctica vía Gamma Knife o
LINAC).
Como la cirugía y la radiación
pueden acompañarse de disminución de la función pituitaria es muy importante
que los niveles hormonales sean medidos periódicamente y reemplazarlos de ser
necesario.
Es importante también vigilar
la visión, los campos visuales y los estudios de imagen (IRM) para estar seguro
que no haya crecimiento tumoral. Estos debe ser obtenidos por lo menos cada uno
o dos años.
Preguntas
más frecuentes
Tengo un tumor de cerebro?
Si bien la glándula pituitaria
está dentro de la cabeza y conectada al cerebro en la base del cráneo, los
tumores hipofisiarios no son “tumores de cerebro”. Son casi siempre benignos
(no cancerosos). Extensión a tejidos distantes es muy rara.
Va a mejorar mi visión?
En los pacientes con pérdida de
la visión por compresión de los nervios ópticos o el quiasma óptico por un
tumor hipofisiario, la probabilidad de mejoría se predice por la duración de los
síntomas. Estimar esto puede ser difícil. La presencia de cambios en el fondo
de ojo (atrofia del disco óptico) sugiere una duración prolongada, aunque aun
en ese caso, recuperación es posible si la presión sobre los nervios ópticos
cesa. La cirugía puede disminuir la presión en forma rápida.
Si no quiero tener cirugía,
puedo recibir radioterapia únicamente?
Aunque la radioterapia puede
prevenir el crecimiento del tumor hipofisiario, probablemente tiene efecto
menor en disminuir el tamaño del tumor. Por lo tanto, generalmente se la
utiliza en forma complementaria a la cirugía o al tratamiento con medicamentos.
Raramente se la utiliza cuando
la cirugía no es posible. Radioterapia focal (Gamma Knife) no se puede utilizar
si el tumor está presionando los nervios ópticos. Si el tumor está separado de
los nervios ópticos, entonces Gamma Knife puede ser una alternativa.
Por qué tengo
vision doble?
La visión doble ocurre cuando
los ojos no están alineados en la misma dirección. En pacientes con tumor
hipoficiario, esto se da por problemas con los pares craneanos (nervios 3,4 y
6) que se dirigen hacia los músculos que mueven el ojo.
Estos nervios están ubicados a
los lados de la silla turca y pueden ser lesionados por extensión lateral del
tumor. Luego del tratamiento, estos nervios pueden recuperar su función y la
visión doble puede desaparecer.
A veces puede quedar algo de
visión doble residual, en cuyo caso se puede recurrir a la cirugia de los
músculos del ojo o al uso de prismas. En la etapa temprana, la visión doble
puede ser evitada con cerrar o tapar un ojo.
Por qué tengo
que regresar para exámenes periódicos?
Es importante ver al médico general o al endócrinologo en forma
regular. Una vez que el control hormonal del cuerpo ha sido afectado por un
tumor hipoficiario, es importante que se mantengan niveles hormonales normales,
y ser reemplazados por medicamentos de ser necesario.
Aún luego de una cirugia exitosa, los tumores grandes pueden
reaparecer tiempo después por lo que es importante tener exámenes periódicos de
la función visual (visión y campo visual), asi como estudios de imágenes (IRM).
La frecuencia de estos examenes depende de la historia clínica previa y del
tipo de tumor por lo que debe ser decidida junto con sus doctores.